Grupo Nacional de Montaña "Leones de Castilla"
  Actuación en catástrofes
 
Actuación en accidentes y catástrofes
Preparación para las catástrofes naturales
Existen poblaciones que se encuentran asentadas en lugares propensos a determinados tipos de catástrofes como terremotos, huracanes, tornados o inundaciones, que suceden periódicamente. En ocasiones las catástrofes se pueden predecir con cierta antelación, como el caso de los huracanes, otros, como los terremotos, son hoy día absolutamente impredecibles.
Por otra parte, dado el cambio climático al que estamos sometiendo al planeta, regiones en las no sucedían este tipo de fenómenos pueden verse sometidas ahora a inundaciones, largos periodos de sequía o a olas de frío polar que dejan a pueblos incomunicados durante varios días. Por esta razón es importante estar preparado para afrontar cualquier tipo de contingencia en nuestro hogar.
Si vivimos en zonas expuestas debemos preocuparnos por conocer las recomendaciones de Protección Civil o del Ayuntamiento para afrontar estas situaciones, estar atento a los partes meteorológicos y seguir las recomendaciones que den por la radio o la televisión. Si tenemos que evacuar la zona seguiremos las instrucciones que den las autoridades.
Todos los miembros de la familia deberían saber cómo cortar la electricidad, el agua y el gas, además del modo de uso de los extintores, cuyo correcto estado se comprobará periódicamente. Nos proveeremos de un botiquín en el que, además de los útiles habituales, incluiremos los medicamentos específicos para los miembros de la familia que los necesiten. Los revisaremos también periódicamente para sustituir los medicamentos caducados y el material agotado.
Hay que procurarse también una reserva de agua y de alimentos que no necesiten frío y puedan consumirse sin calentarlos. También una radio con pilas de repuesto, una linterna (si usa el mismo tipo de pilas, mejor), mantas, papel higiénico, una bacinilla o un cubo donde poder hacer las necesidades en caso de urgencia. Una reserva de gasolina evitaría perder tiempo llenando el depósito del automóvil en caso de tener que evacuar con urgencia.  
 
 
Actuación en accidentes y catástrofes II:
Huracanes
Huracanes
Los huracanes, también llamados tifones o ciclones, se gestan en el mar, normalmente a finales del verano, y comienzan a girar a unas velocidades que pueden llegar a los 300 km/h mientras se desplazan en dirección al polo a velocidades de hasta 50 km/h en el mar y unos 15 km/h cuando alcanzan tierra. En cuanto a las dimensiones, el centro u ojo del huracán suele tener entre 6 y 50 km. el diámetro puede llegar a los 500 km.
La llegada del huracán puede ser prevista por los servicios meteorológicos con más de 24 h. de antelación, por lo cual podemos prepararnos para afrontarlo.
Medidas:
  • El lugar más peligroso es la costa, así que si podemos nos mantendremos alejados de ella.
  • Si vivimos en una zona propensa a estos fenómenos meteorológicos tendremos preparadas una serie de tablas que nos permitan tapiar las ventanas si es necesario
  • Eliminaremos de nuestro jardín, finca, ventanas, etc. todo tipo de objetos: macetas, herramientas, juguetes, adornos, que puedan ser arrastrados por el viento
  • Permaneceremos en nuestra casa si es lo suficientemente sólida. El sótano o bajo la escalera suelen ser los lugares más seguros.
  • El interior de los vehículos no suele ser demasiado seguro, es preferible esconderse debajo de estos.
  • Si estamos en el exterior y no hay una cueva donde guarecernos, nos tumbaremos en una zanja. Si no hay nada mejor nos tumbaremos boca abajo lo más pegados al suelo posible y nos arrastraremos en busca de un refugio sólido, como unas rocas.
  • Si el ojo del huracán pasa por encima de nosotros se producirá un periodo de calma que puede durar de unos minutos a más de una hora. Si nuestro refugio es sólido, no lo abandonemos, pues el viento volverá a soplar de nuevo con la misma fuerza, esta vez en dirección opuesta.
 
Actuación en accidentes y catástrofes III:
Tornados
Los tornados son un fortísimo remolino de viento que se puede producir cuando una columna de aire desciende desde la base de las nubes al haberse calentado el aire de la superficie. El diámetro del remolino en el suelo no suele tener más de 25 ó 50 metros, pero puede girar a velocidades de más de 600 km/h, por lo que son tremendamente destructivos y aspiran hacia arriba todo lo que encuentran a su paso. Se desplazan a velocidades que rondan los 60 km/h y su sonido, parecido al de una peonza, se puede oír a decenas de kilómetros de distancia. La diferencia de presión entre el interior y el exterior de un edificio cuando pasa un tornado puede hacer que este reviente y se desmorone.
Medidas
·         Si observamos que las nubes comienzan a girar y a descender en forma de embudo, a visaremos por teléfono a la policía local o a protección civil o al servicio meteorológico; pero no les hagamos perder su tiempo pidiéndoles explicaciones, busquemos refugio.
·         Buscaremos refugio en la construcción más robusta que encontremos. Los sótanos y vestíbulos interiores en la planta baja de los edificios suelen ser los más seguros. Hay quien ha sobrevivido al paso de un tornado refugiándose bajo un puente, en uno de los extremos, donde las vigas se hunden en la tierra y forman una especie de cueva. 
·         En los sótanos, nos protegeremos arrimándonos a las paredes exteriores, que son más sólidas.
·         Si no hay sótano buscaremos la habitación interior más sólida y nos refugiaremos bajo algún mueble robusto, como un sillón grande tumbado boca abajo.
·         Debemos cerrar bien las ventanas y puertas del lado por el que se aproxima el tornado para evitar que este se lleve el techo. Si abrimos las del lado opuesto evitaremos que reviente nuestra casa por la diferencia de presión.
 
Actuación en accidentes y catástrofes IV:
Inundaciones
        La mayor parte de las inundaciones se deben al desbordamiento de ríos, embalses, etc. debido a fuertes lluvias, pero también pueden venir provocadas por maremotos, huracanes, roturas de presas naturales y artificiales.
        Hay que desconfiar de las precipitaciones fuertes y persistentes tras un largo periodo de sequía, pueden ser el preludio de inundaciones. Las zonas más peligrosas suelen ser los valles, pero no hay que olvidar que las lluvias torrenciales también pueden arrastrar tierra, fango, rocas, troncos por las laderas de las montañas, especialmente si éstas han sido deforestadas por el hombre, privando a la tierra de su soporte natural. Las inundaciones también pueden afectar a zonas que no han sufrido las lluvias.

        Obtener agua potable puede ser un problema tras una inundación. Se debe recoger la de la lluvia y hervir cualquier otra antes de consumirla. La comida es más fácil de conseguir, pues los animales también buscarán las zonas altas. Hay que evitar la proximidad de los animales grandes, que podrían herirnos presas del pánico.
Medidas

           
Quien viva en un valle, costa u otra área propensa a las inundaciones debe informarse de la altura de su casa respecto al nivel normal de las inundaciones.
o        Hay que conocer el camino más rápido y seguro para llegar a la zona alta y segura más próxima
o        Si la inundación es pequeña, se pueden apilar sacos o bolsas de arena o tierra en puertas y ventana para evitar en lo posible la entrada de agua. Si la inundación es muy grande es inútil, e incluso contraproducente en caso de tener sótanos, ya que la diferencia de presión entre en interior y el exterior de las paredes puede reventarlas. Es incluso más apropiado inundar el sótano nosotros mismos con agua limpia para igualar la presión.
o        Si hay tiempo, es apropiado trasladar el mobiliario a los pisos superiores, guardar también todo tipo de mobiliario y artefacto exterior que pueda arrastrar la corriente, cortar la corriente eléctrica y el gas, y hacer acopio de provisiones de agua y alimentos. No tocar instrumentos eléctricos con el cuerpo mojado.
o        Si estamos en un edificio sólido o si la inundación nos sobreviene por sorpresa se debe subir a los pisos superiores o, en su caso, al tejado, si es seguro. En el tejado hay que atarse a la chimenea u otro elemento suficientemente sólido. Si el tejado es inestable o el agua sigue subiendo habrá que improvisar algún tipo de balsa, utilizando cuerdas o sábanas.
o        En caso de tener que desplazarnos en busca de un lugar seguro,  no debemos cruzar un charco o corriente de agua si no estamos seguros de que el agua no superará el nivel de nuestras rodillas o del centro de las ruedas si vamos en coche, en cuyo caso circularemos en primera y muy despacio para evitar que el motor de para al mojarse. Los frenos mojados perderán mucha de su efectividad.
o        Los puentes que han quedado por debajo del nivel del agua pueden haber sido arrastrados por la corriente. Mucho cuidado si tratamos de cruzarlos.
o        Tras la inundación, los cimientos de los edificios pueden haber quedado dañados. Mucho cuidado al volver a entrar en las casas porque podría existir riesgo de derrumbe.
o        Cuando se retiran las aguas aparece el riesgo de epidemias debido a la putrefacción de los cadáveres. Hay que quemar los cadáveres de los animales. De los de las personas probablemente se harán cargo las autoridades, si no es así habrá que enterrarlos.

 
 
  Hoy habia 1 visitantes (3 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis